24 septiembre 2011

Nosotros somos los turistas


“Importa poco no saber orientarse en una ciudad. Perderse, en cambio, en una ciudad como quién se pierde en el bosque, requiere aprendizaje. Los rótulos de las calles deben entonces hablar al que va errando como el crujir de las ramas secas, y las callejuelas de los barrios céntricos reflejarles las horas del día tan claramente como las hondonadas del monte”. (Walter Benjamin).

Convertirnos en turistas, explorar en nuestro estar cotidiano. Sentir el fluir de la ciudad, lo que nos ofrece, lo que es y lo que nosotros también somos.
Cuando hacemos turismo se nos despierta el sentido de la exploración, salimos a la calle con talante observador, atentos al diálogo que nos ofrece el nuevo territorio. Por tanto, sintiéndonos turistas en nuestra propia ciudad, nuestro diálogo con los sitios habituales es diferente, como cuando descubres en alguien que ves todos los días, como parte del “mobiliario urbano”, a la persona.
“Guy Debord utiliza para su descripción de la ciudad el imaginario del turista, (…) el turista debe ‘medir’ sobre si mismo y confrontar con los demás los afectos y las pasiones que surgen cuando se frecuentan ciertos lugares prestando atención a las propias pulsaciones”. (El andar como experiencia estética, Francesco Careri)

Manena Juan

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